Por María Uceda
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14 abr, 2020
¿Qué es lo que está pasando? Los seres humanos estamos acostumbrados a unas rutinas que incluyen mucho tiempo fuera de casa. De repente, esto ha cambiado y nos vemos obligados a, sin tener tiempo para gestionarlo, quedarnos en casa sin ninguna posibilidad de salir. Nuestros hábitos, nuestra zona de confort, todo ha cambiado. Y esto nos genera una gran cantidad de "emociones negativas", entre ellas ansiedad. ¿Cómo afrontamos esa ansiedad entonces? En primer lugar, nos vemos obligados a cambiar nuestras rutinas y tenemos que buscar una nueva forma de afrontar la situación. Y esto nos frustra, nos enfada... Y es normal que nuestra cabeza empiece a pensar en " ¿cuándo acabará, cuándo volveremos a la normalidad?" Uno de los problemas que pueden surgir es que pasamos tanto tiempo pensando en todo lo que hay fuera que no nos paramos a ver qué hay dentro, ¿qué puedo sacar de esta situación? ¿En qué puedo invertir este tiempo? La rumiación está preparada para buscar una solución, pero en este caso no hay alternativa, hay que estar en casa (no por más pensar, voy a conseguir cambiar la situación). Entonces si la mayor parte del tiempo lo ocupo pensando en lo que he perdido, lo que echo de menos, lo que me gustaría hacer cuando salga.... nos olvidamos de que, dentro de casa, en el aquí y ahora, hay un mundo lleno de posibilidades, donde hacer todas esas cosas para las que luego no encontramos tiempo: